Antonio Diéguez Lucena
Catedrático de Lógica y Filosofía de la ciencia
Pese a que es un movimiento cultural que incluye orientaciones muy diversas, el transhumanismo podría ser caracterizado como la búsqueda del mejoramiento humano (físico, mental, moral) mediante procedimientos tecnológicos, fundamentalmente a través de las biotecnologías, de la robótica y de la Inteligencia Artificial. En su versión más radical, promueve el advenimiento de una nueva especie posthumana lograda por estos medios. El ser humano toma finalmente el control de su propia evolución (“evolución diseñada”). Está incluso moralmente obligado a ello. La evolución darwiniana, basada en la selección de variaciones aleatorias, ha finalizado para nosotros. Ahora comienza la evolución basada en la tecnología. La tecnología nos permitirá mejorar las cualidades físicas y mentales de nuestra especie, superar las enfermedades y el envejecimiento, alcanzar la inmortalidad y abrir las puertas a una especie distinta
Las promesas que se hacen en su nombre son muy ambiciosas, como la victoria final sobre la muerte, y algunas de ellas resultan sumamente inquietantes. Se pretende, al fin y al cabo, culminar un proceso de artificialización y ortopedización de toda la naturaleza en cuyo despliegue, a partir de cierto momento, el ser humano tal y como lo conocemos no tendría ya ningún papel relevante. En las últimas décadas, el posthumanismo ha ido incrementando su activismo político y su presencia en Internet. Eso llevó a Francis Fukuyama, uno de sus más afamados críticos, a afirmar que el transhumanismo era “la idea más peligrosa del mundo”. Sin embargo, no todo lo que se promete está igualmente justificado. Aunque muchas de las transformaciones que se anuncian son difícilmente realizables, y quizás nunca se lleven a cabo, y otras parecen poco o nada deseables, hay algunas que sí podrían estar al alcance de la ciencia futura sin que se prevea, en principio, graves objeciones morales desde un enfoque exclusivamente racional. En mi charla trataré de ofrecer una visión equilibrada acerca de lo que se viene proclamando en los últimos años sobre ese futuro en el que supuestamente tantas transformaciones extraordinarias se avecinan, mostrando que algunas de las líneas argumentales más usadas no ofrecen en realidad una buena base para el análisis crítico del transhumanismo. Esto implica que es necesario tomarse en serio el discurso transhumanista y reflexionar sobre su verdadero alcance y, más aún, sobre los presupuestos que encierra, que suelen permanecer fuera de la discusión. En esto, el transhumanismo tiene cosas útiles que enseñarnos.
Me centraré particularmente en la función ideológica que está desempeñando el transhumanismo en la actualidad y en los supuestos filosóficos discutibles en los que se basa. Gran parte de la fuerza y persuasión de este discurso proviene de estas suposiciones. Sin embargo, son ideas que pueden ser cuestionadas desde diferentes enfoques. Sin pretensiones de exhaustividad, señalaré algunas de las más relevantes. Obviamente, estos supuestos no son aceptados por todos los transhumanistas. Son sólo ideas que generalmente están implícitas en muchas de las obras escritas en defensa del transhumanismo. Por otra parte, se trata de que estas presunciones sean necesariamente falsedades completas y sin remisión, sino únicamente de que la discusión sobre ellas debe continuar porque o bien no son tan claras como se piensa o, como en el caso del determinismo tecnológico, han recibido críticas lo suficientemente fuertes. Los supuestos en los que me centraré son los siguientes:
- Falta de distinción clara entre lo natural y lo artificial
- Falta de distinción clara entre lo vivo y lo no-vivo
- Concepción de la vida y de la mente como información
- Separación radical entre mente y cuerpo
- Desprecio del cuerpo
- Rechazo de la noción de naturaleza humana
- Optimismo tecnológico
- Determinismo genético
- Determinismo tecnológico
- Creencia en el control total sobre los mecanismos
- Creencia en que el mejoramiento individual conduce al social
- El aumento del bienestar como fin supremo
- Carencia de valor de la vulnerabilidad humana
Intentaré mostrar que debemos aprovechar los beneficios que traen las nuevas tecnologías, y debemos aplicarlas al propio ser humano en la medida en que una reflexión prolongada y serena nos diga que esa aplicación le trae mejoras en un sentido claro y ampliamente consensuado. Pero eso no implica que debamos aceptar el discurso ideológico del transhumanismo. No significa, por ejemplo, que debamos creer que toda solución a nuestros problemas será posible tan solo gracias a la tecnología, ni, por supuesto, que la desaparición de nuestra especie es un fin deseable dado que contribuye al advenimiento de algo mejor que ocupará su lugar.
La oposición radical entre transhumanistas y bioconservadores que este discurso quiere imponer constituye una falsa dicotomía. Cabe ser un defensor proactivo de la tecnología en su aplicación a la superación de las miserias que han acompañado históricamente a la condición humana sin ser por ello un transhumanista partidario de un laissez faire tecnológico. Cabe asimismo condenar los excesos de una tecnología aplicada sin criterio, o bajo criterios meramente económicos, o limitados a la satisfacción de los fines de una élite, sin ser por ello un bioconservador ciego a cualquier mejora en la condición humana que la tecnología pueda aportar.
Hay, no obstante, un mérito que debe reconocerse al transhumanismo: ha sido capaz de traer a primer término el debate sobre el mejoramiento humano, un debate que era ya ineludible, dado el estado actual de los conocimientos y del desarrollo tecnológico. Y una de las cosas que va dejando en limpio este debate es que no todo es igualmente factible.
Mejorar las capacidades físicas o emocionales es viable, especialmente mediante medicamentos; mejorar la conducta moral no es imposible, aunque presenta muchos problemas, tanto técnicos como sociales, lo mismo que la extensión moderada de la longevidad; pero mejorar nuestras capacidades cognitivas a través de la manipulación genética es, por lo que sabemos ahora, muy poco plausible.
Por otro lado, se plantean muchas incertidumbres éticas y políticas en la aplicación de las tecnologías de mejoramiento que necesitarán una larga discusión en los próximos años. Estamos creando una ciencia muy poderosa, que a su vez fomenta tecnologías que van a cambiar radicalmente la sociedad humana y (en varios aspectos) al propio ser humano. Una parte sustancial y cada vez mayor de dichas ciencias y tecnologías se está desarrollando en empresas privadas y con financiación privada, escapando así de cualquier control público. El problema con el que nos enfrentamos ya, dadas las implicaciones sociales y políticas que estos cambios están teniendo, es el de la gobernanza de la ciencia y la tecnología. Y para tener algunas ideas claras al respecto es mucho mejor leer a los especialistas que los textos de blogueros y divulgadores poco informados.
Referencias
- Agar, N. (2014), Truly Human Enhancement. A Philosophical Defense and Limits, Cambridge, MA: The MIT Press.
- Bostrom, N. y J. Savulescu (eds.) (2017), Mejoramiento humano, Zaragoza: Teell Editorial
- Diéguez Lucena, A. (2017a), Transhumanismo. La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano, Barcelona: Herder.
- —— (2018a), “Antropotécnica y naturaleza humana”, en J.M. Díaz Álvarez y J. Lasaga (eds.), La razón y la vida. Escritos en homenaje a Javier San Martín, Madrid: Trotta, pp. 460-470.
- Hauskeller, M. (2016), Mythologies of transhumanism, London: Palgrave Macmillan.
- Kurzweil, R. (2012), La singularidad está cerca. Cuando los humanos trascendamos la biología, Berlín: Lola Books.
- Savulescu, J. (2012), ¿Decisiones peligrosas?, Madrid: Tecnos
Sesión Seminario Permanente
Antonio Diéguez dirigirá la sesión del Seminario Permante del Grupo Niaiá el miércoles día 05/02/2019 de 17:00 a 18:30, en la Salón de Grados de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación.
Será retransmitida en directo a través de: https://uam.adobeconnect.com/profesorado
Para citar esta entrada
Diéguez Lucena, A. (2020). Tecnología y transhumanismo. En Niaia, consultado el 29/01/2020 en https://www.tecnologia y transhumanismo
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