Anastasio Ovejero
Catedrático Emérito de Psicología Social. Universidad de Valladolid
A mi juicio, la humanidad se enfrenta actualmente a estos tres grandes problemas. El primero es el riesgo innegable de que terminemos con el planeta. El calentamiento climático no es sino una señal inequívoca de tal peligro. La progresiva eliminación de especies animales y vegetales y la cada vez mayor contaminación del aire, del mar y de la tierra son síntomas indiscutibles de ese peligro. El segundo problema es el incremento desmedido de la desigualdad económica y social que estamos padeciendo desde hace unas décadas, probablemente el mayor de nuestra historia. Y el tercero es el debilitamiento progresivo e imparable de la democracia y de los usos democráticos. Los tres están muy relacionados y el eje central que los vertebras es el pensamiento crítico, o mejor dicho: la ausencia de pensamiento crítico y la derrota del pensamiento independiente tras el asalto a la razón (y a la educación, tanto a la básica como a media y más aún a la superior) por parte del poder neoliberal, ahora mismo claramente hegemónico en el mundo occidental, como ya he dicho. En esta conferencia me centraré en la relación entre educación y democracia, o más concretamente, me ocuparé de responder a la pregunta de qué puede hacerse desde la escuela para defender y afianzar la democracia ahora tan acosada por todas partes.
Y para saber qué podemos hacer desde la escuela es imprescindible conocer la causa principal de tales problemas, que, como acabo de decir son estos dos: en primer lugar, el asalto neoliberal a la educación, principalmente a la superior, y en segundo lugar, la consiguiente peligrosa merma del pensamiento crítico en el alumnado y en los egresados de nuestras universidades.
Como consecuencia de lo anterior, la vía de solución que propongo no puede ser otra que la implementación en la escuela –a todos los niveles, desde educación infantil hasta la universidad- de los métodos de aprendizaje cooperativo. Pero estos métodos serán más eficaces para combatir los tres problemas mencionados si son críticos.

Entiendo por aprendizaje cooperativo el método pedagógico que, siguiendo los antecedentes de John Dewey y de Lev Vygotsky, aprovecha las relaciones interpersonales y la cooperación entre alumnos y alumnas para que todos ellos aprendan más y mejor. Y entiendo por aprendizaje cooperativo crítico el método que pretende que el aprendizaje cooperativo no sirva solo para que el alumnado aprenda más y mejor, sino también para que aprendan a ser ciudadanos responsables y críticos que quieran colaborar en la construcción de una sociedad mejor, más justa, más cooperativa, más igualitaria y más solidaria.
La eficacia del aprendizaje cooperativo va más allá del ámbito escolar y afecta a la convivencia ciudadana, a la democracia y al tipo de sociedad que queremos construir. Porque, como escriben los hermanos Johnson, Johnson, “la cooperación es algo más que un método de enseñanza; es un cambio básico en la estructura organizativa que afecta a todos los aspectos de la vida en el aula”. La escuela, a través del aprendizaje cooperativo, debe ser una forma de construir sujetos democráticos y críticos que sean capaces, por una parte, de entender el complejo mundo en que les ha tocado vivir e interpretar adecuadamente la estrategias utilizadas por los poderosos en su propio beneficio a costa de la mayoría de la población; y, por otra parte, que sean capaces de adquirir las competencias suficientes para defender sus propios intereses y hacerlo de la única forma en que es posible hacerlo, que es cooperando con los demás y siendo solidarios con ellos. Sólo unos ciudadanos así podrán construir una democracia real.
El seminario se celebrará en línea
La sesión tendrá lugar martes, 11/11/2025, 17:30 a 19:00 en la Plataforma Zoom
ID de reunión: 823 3461 4563 Código de acceso: 368774
Instrucciones para unirse : https://us06web.zoom.us/meetings/82334614563/invitations?signature=N_-kU9czEwcl54e4mH-dCe37B3cc9XQAjhZCvUP_gWQ
