Ya en los inicios de la filosofía en la tradición europea, en la Grecia clásica, algunos autores vieron en la filosofía una actividad que aportaba instrumentos valiosos para lograr el cuidado de uno mismo, esto es, para acometer el proceso difícil de conocerse y llevar una vida reflexiva, la única, que según Sócrates, merecía el apelativo de vida digna.
Hace ya casi 40 años, en 1981, un filósofo aleman, Gerd Achenbach, recuperó ese enfoque de la filosofía con un planteamiento específico: abrió una consulta en la que puso en práctica el asesoramiento filosófico. No mucho más tarde, en 1999, un libro escrito por Lou Marinoff, Más Platón y menos prozac, logró una amplía difusión, llegando a ser un auténtico éxito de ventas. La tesis era sencilla: la gente necesitaba más Platón, esto es, más reflexión filosófica, y menos ansiolíticos y estimulantes si su objetivo era avanzar hacia una vida plena y superar algunos problemas vitales que no necesitaban terapia farmacológica, sino reflexión filosófica.
Pues bien, a este tema se va a dedicar la última sesión del seminario permante de este año académico: al asesoramiento filosófico. Lucía Sainz Benítez de Lugo, una personas que lleva varios años practicando el asesoramiento filosófico nos permitirá acercarnos a una propuesta de prática filosófica potente que aporta modos de pensar que ayudan a afrontar y resolver con mayor acierto los problemas morales a los que tenemos que hacer frente en nuestra vida cotidiana. La sesión será el martes día 8 de mayo a las 16:30 en la sala de grados de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación