ORIENTACIONES PARA RESOLVER UN DILEMA MORAL
Para resolverlo, hay que dar los siguientes pasos:
Análisis del problema
Al actuar tenemos en cuenta los valores morales, es decir, nos preocupa saber si lo que hacemos está bien o lo que está mal. Cuando hacemos lo que está bien, no sentimos satisfechos; cuando hacemos lo que está mal, nos sentimos culpables y avergonzados. Considerados desde otro punto de vista, los valores morales nos imponen una conducta: bueno es aquello que debemos hacer y la conciencia nos dice que es la conducta correcta; malo es aquello que no debemos hacer, nuestra conciencia nos dice que no es la conducta adecuada.
Además, cuando actuamos vamos buscando conseguir algo que consideramos bueno, que es importante y valioso para nosotros y que de ello depende nuestra felicidad.Los dilemas morales se caracterizan porque son situaciones en las que estamos obligados a tomar una decisión, pero nos damos cuenta de que existen varios valores morales en juegoy también varios bienes o cosas valiosas y que no es posible atenderlos todos. Si hacemos una cosa, actuamos de acuerdo con un valor moral y conseguimos algo, pero al mismo tiempo incumplimos otro valor moral y perdemos también algo. No hay forma de satisfacer los dos valores en juego y nos vemos obligados a elegir. El primer paso para hacer frente a un dilema consiste, por tanto, en darse cuenta de los valores y bienes morales que están en conflicto. Para ello, tenemos que tener en cuenta, en primer lugar, lo que nos dice nuestra propia conciencia. También debemos tener en cuenta los valores que están vigentes en la sociedad en la que vivimos, valores que algunas veces son muy explícitos y están bien definidos, como ocurre en códigos morales del tipo de los Diez Mandamientos o de los Derechos Humanos. Por último, hay que prestar atención a los bienes que vamos buscando, su importancia para nosotros y el orden jerárquico en el los situamos.
Justificar nuestra conducta: argumentos a favor de cada opción
Para tomar una decisión tenemos que buscar los argumentos que están a favor de cada una de las dos opciones que se nos presentan. No sirve cualquier argumento, sino sólo aquellos que pueden justificar moralmente lo que hacemos. Si alguien nos pregunta por qué hemos pegado a un compañero en clase, podemos responder que ha sido porque le odiamos; es sin duda una explicación, pero es muy difícil que alguien considere que nuestra acción está justificada con esa explicación. Explicar por qué hacemos las cosas no es lo mismo que justificarlas.
En el caso del dilema, el problema consiste en que hay argumentos a favor de cada una de las opciones. Para poder tomar una decisión bien justificada es muy importante que tengamos en cuenta los diversos argumentos, y no sólo los que hay a favor de la opción que, en principio, nos parece buena, sino también los que hay a favor de la otra opción.
En este ejercicio te pedimos que enumeres el mayor número de argumentos posibles a favor de cada una de las opciones.
Solución
Al final hay que exponer lo que uno mismo haría en el caso de encontrarse en una situación semejante. Para ello hay que redactar una exposición en la que dejemos claro qué es lo que pensamos que se debe hacer y cuáles son las razones que justifican nuestra decisión. Es decir, se trata de exponer la decisión que nosotros tomamos basados en los argumentos expuestos en la pregunta anterior, procurando además refutar los argumentos que están en contra de lo que nosotros pensamos que es la conducta moralmente buena. Es muy importante no caer en el error de resolver el dilema proponiendo una solución intermedia que en cierta medida satisfaga los valores en están conflicto en el dilema. En ese caso estaríamos evitando el dilema y no dando nuestra solución. Por tanto, la decisión que ofrezcamos en este apartado tiene que ser una de las dos que planta el dilema.
Modelo de dilema resuelto y criterios de corrección
Si quieres ver un dilema resuelto, vete a la página Dilema resuelto
Es importante contar con criterios de corrección bien precisados que el profesorado pueda utilizar para evaluar el dominio que los estudiantes tienen de la resolución de dilemas. Los criterios deben servir además cono instrumento del aprendizaje del estudiante, tanto para orientarles en la manera de abordar el problema como para revisar el trabajo realizado y las sugerencias que pueda hacer el profesorado para mejorarlo. Incluimos unos criterios de corrección que pueden ser utilizados; ya los hemos aplicado con buenos resultados.