Las falacias son errores que se cometen en el proceso de argumentación. Invalidan las conclusiones a las que se llegan. Son importantes porque se dan con cierta frecuencia, muchas veces posiblemente de manera no premeditada y otras veces de forma intencional. La intención suele consistir en ser persuasivo, es decir, poder convencer pero apoyado en argumentos que son inválidos y, en el mejor de los casos son débiles.
Reproducimos aquí una tabla con algunas de las falacias más comunes. Las hemos copiado de un libro Lipman, M. (2016): El lugar del pensamiento en la educación. Ed. y trad. Manuela Gómez Pérez. Barcelona, Octaedro.pp.62-65. Es un comienzo de un ámbito importante al que iremos dedicando más atención. En esta tabla, la columna de la izquierda incluye el nombre de la falacia, en la siguiente columna se describe el tipo de falacia, para en las dos siguientes columnas señalar el defecto de argumentación que se comete y el valor regulativo que se incumple
